lunes, 26 de noviembre de 2007

Juguetes de miseria: China y la esclavitud infantil

China fabrica más del 70% de los juguetes del mundo. Pero estos juguetes son fabricados por niños víctimas de la esclavitud infantil. Las principales marcas de juguetes del mundo han dejado de subcontratar su fabricación con empresas de Taiwan o HongKong para hacerlo con fábricas del continente. Envía a estas empresas tu rechazo hacia las prácticas de esclavitud infantil que se llevan a cabo en sus factorías chinas.

China fabrica más del 70% de los juguetes del mundo. No se trata sólo de la morralla de las tiendas de todo-a-cien. Su producción se ha multiplicado por dos en los últimos ocho años. En este periodo,las principales marcas de juguetes del mundo, como el gigante Hasbro (fabricante de Action Man, Playskool, muñecas Bratz...), Mattel (Barbie) o Disney han dejado de subcontratar su fabricación con empresas de Taiwan o HongKong para hacerlo con fábricas del continente.

Miles de personas, sobre todo chicas entre 15 y 17 años, abandonan el campo para buscar trabajo en las más de 6000 fábricas de juguetes que se apiñan en las provincias sureñas de Guangdong, Zhejiang, Jiangsu y el delta del Río de la Perla.

Una de esas jóvenes campesinas era Li Chunmei, que abandonó su pueblo a los 15 años para buscar un trabajo en la provincia de Guangdong. Cuatro años después, moría en por agotamiento en la fábrica de juguetes Bainan.

El 13 de mayo de 2002 el Washington Post informaba de los hechos. El fallecimiento se produjo en noviembre, al final de la temporada alta, que se inicia en mayo. Cuando murió, Li Chunmei llevaba más de dos meses sin un sólo día libre, trabajando de pie 16 horas al día. Las muertes por agotamiento, llamadas guolaosi, no son raras en esta temporada.


Pese al escándalo, las cosas no han cambiado mucho desde entonces. El diario El Mundo publicó el pasado 28 de noviembre un reportaje sobre las condiciones de trabajo en estas fábricas. Entre otras cosas se decía: Para que los regalos de estas Navidades lleguen a tiempo, y los sueños de los niños de Occidente se hagan realidad, se trabaja siete días a la semana, 14 horas al día, hasta que el cuerpo aguanta. Se duerme y se come en la factoría y las visitas al servicio durante la jornada laboral están limitadas a dos por turno.

No es extraño que los empleados del sector trabajen hasta 20 horas al día en los periodos prenavideños, que sufran constantes retrasos en el pago de sus sueldos y que sean despedidos a la mínima queja.Los sindicatos están prohibidos


Ya en febrero de este año, el National Labor Commitee, una organización defensora de los derechos de los trabajadores en el Tercer Mundo que tiene su sede en EEUU, había dado a conocer su dossier Juguetes de la miseria 2004 en el que informaba sobre las condiciones de trabajo en otra fábrica de la misma provincia.

La fabrica produce muñecos de plástico de jugadores de fútbol americano, producidos bajo licencia de la liga, así como coches de juguete para Disney, Hasbro y los supermercados Wal-Mart. En la temporada alta, se encotraron estas condiciones de trabajo:


-Turnos de trabajo de entre 18 y 20,5 horas
-Siete días de trabajo a la semana
-En algunos casos, se ha llegado a trabajar 130 horas a la semana.
-Un total de 15 días libres al año, incluyendo fiestas nacionales.
-Salarios por debajo del salario mínimo chino: un promedio de 12,5 céntimos de euro a la hora
-Los salarios son pagados rutinariamente con retraso. Ante las protestas, en enero de 2004 la empresa despidió a 50 y retuvo un mes más los salarios.
-Si el trabajado quiere abandonar la fábrica, pierde el sueldo de mes y medio.
-No hay contrato de trabajo, seguridad social, seguro sanitario ni sindicatos.
-Los trabajadores duermen en dormitorios de la empresa,agrupados de veinte en veinte.
-Las auditorías son anunciadas con 20 días de antelación, y los trabajadores son amenzados para que mientan, obligándoles a memorizar una hoja con las respuestas que deben dar a los inspectores.

Fuente: hazteoir.org

viernes, 23 de noviembre de 2007

Reforma y legislación del seguro de accidentes del trabajo en China

En los últimos años se ha presenciado en China un aumento del número de accidentes del trabajo a medida que la privatización de las empresas ha conducido al abandono de los organismos administrativos y de supervisión anteriormente manejados por el Estado. Desde el 1° de enero de 2004 existen en materia de seguro de accidentes del trabajo reglas que han traído una serie de innovaciones. Ahora se exige que todas las empresas tengan un seguro de accidentes del trabajo y paguen las contribuciones pertinentes, en tanto que los trabajadores, inclusive los itinerantes, en una relación de empleo de facto, tienen derecho a las prestaciones de ese seguro. Sin embargo, llevará unos cuantos años probar si estas mejoras legislativas son realmente practicables, y el sistema aún no ofrece una protección eficaz de los derechos legales.

Fuente: dialnet.unirioja.es
Autores: Bárbara Darimont, Yanyuan Cheng
Localización: Revista internacional de Seguridad Social, ISSN 0250-605X, Vol. 58, Nº. 1, 2005 , pags. 99-113

China: Reforma de leyes laborales

En China, un proyecto de ley endurecerá las leyes que impiden la explotación de los trabajadores y será presentado en un momento de malestar industrial por la elevada inflación salarial.

Por su parte, el experto en Relaciones Chinas de la Cámara de Comercio Británica, Keyang Wu, afirmó que "hace mucho que se necesitaba esta reforma porque China ha sido hasta ahora débil en cuanto a leyes de empleo se refiere y estas nuevas regulaciones podrían estabilizar las prácticas tanto de empleados como de organizaciones".

Asimismo, Keyang declaró que las empresas se fijan en China no sólo por los costos, sino también por su rendimiento. Si las regulaciones comienzan a afectar su flexibilidad, entonces las empresas "se "mudarán" a India, Pakistan o al Sudeste asiático".

Las Cámaras de Comercio europeas afirmaron que la nueva ley elevará los costos de producción y "forzará a las empresas a reconsiderar si hacen nuevas inversiones en otros lugares o continúan con sus actividades en China".

Cuáles serían los alcances de la nueva ley

La nueva Ley laboral consolidará la seguridad y las inspecciones en los puestos de trabajo, forzará a los empresarios a que consulten a los representantes de los trabajadores a cerca de reducciones significativas en la carga laboral e intensificarán las subidas de los sueldos mínimos. La nueva ley podría también acortar la jornada semanal de trabajo e incrementar el salario de las horas extras.

El anteproyecto de esta futura Ley fijaría la jornada laboral en 40 horas semanales, 8 horas menos que la media en Europa. También propone duplicar el pago de las horas extras. En algunas áreas, la jornada semanal es de 50 horas, pero los trabajadores llegan a trabajar hasta 60 o incluso más horas. El mes pasado, la Federación de Sindicatos de China designó abogados, un total de 670, para todos los sindicatos del país, para asesoren de modo gratuito a los empleados. Las disputas en China son a menudo sobre horarios que no se cumplen o sobre salarios menores a lo acordado.

Fuente: www.adnmundo.com

viernes, 9 de noviembre de 2007

Los trabajadores chinos podrían comenzar a gozar de vacaciones remuneradas

BEIJING, 6 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Débora Altit) - Los trabajadores chinos podrían disfrutar muy pronto de vacaciones remuneradas, ya que el Gobierno está estudiando un borrador de una nueva regulación laboral y ha pedido la opinión de la ciudadanía, según informa hoy en su web el periódico 'Shanghai Daily'. Hasta ahora, y aunque la necesidad de contar con vacaciones pagadas se lleva estudiando desde 1991 y el país cuenta con una ley laboral que defiende su existencia desde hace 12 años, la ausencia de una regulación específica ha impedido su aplicación. La nueva norma, de momento, afectaría a los funcionarios públicos y trabajadores de empresas, y desde ayer y hasta el próximo 16 de noviembre la Oficina de Asuntos Legales, dependiente del Consejo de Estado (ejecutivo), estará abierta a las propuestas particulares, según el rotativo. Sin embargo, y a pesar de tratarse de un importante avance en los derechos de los trabajadores chinos, la mejoría no puede definirse exactamente de espectacular: durante los diez primeros años de vida laboral el empleado sólo tendrá derecho a cinco días de vacaciones pagadas; pasada la década disfrutará de diez días, y después de un total de 20 años trabajando podrá llegar al límite previsto, 15 días. El diario aclara que no es necesario haber trabajado siempre para el mismo empleador, con un año bastará, aunque no especifica si el cómputo de años se realizará desde la entrada en vigor la ley o según la vida trabajada de cada ciudadano. Además, indica, los empleadores no podrán ofrecer como días pagados las ya existentes tres "semanas doradas" de vacaciones (en realidad, tres días que se suman a otros cuatro correspondientes a dos fines de semana con ocasión del Año Nuevo Chino, el Día del Trabajo y el Día Nacional). Establecidas al principio de esta década, las "semanas doradas" han hecho correr ríos de tinta, ya que aunque inicialmente se consideraron una gran idea que permitía a los chinos viajar por el país y, de paso, aumentar el consumo interno, en los últimos años las críticas se han multiplicado porque el flujo de turistas es tal que las comunicaciones e infraestructuras nacionales no pueden absorber la demanda, los precios se disparan y muchos empiezan a optar por quedarse en casa. La aprobación de una norma específica que establezca el número de vacaciones contribuiría, pues, a acabar también con el debate.

Fuente: www.europapress.es

Libro Blanco: Situacion del Trabajo y la Seguridad Social en China

Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China, Abril de 2002, Beijing
El trabajo y la seguridad social son derechos básicos de los ciudadanos y atañen a sus intereses vitales. China es el mayor país en vías de desarrollo del mundo y tiene una población numerosa y un nivel de desarrollo económico no alto, por lo cual se enfrenta a una tarea muy ardua de desarrollar el trabajo y la seguridad social.Partiendo de las condiciones nacionales y procediendo de acuerdo con la Constitución de la República Popular China y la Ley del Trabajo de la República Popular China, el Gobierno chino garantiza los derechos de los ciudadanos al trabajo y la seguridad social, se esfuerza por elevar el nivel de administración y servicio a este respecto y ha obtenido logros enormes.En el período inicial posterior a la fundación de la República Popular, el Gobierno chino adoptó una serie de medidas eficaces, resolviendo el serio problema de desempleo legado de la vieja China y garantizando las necesidades de vida básicas del pueblo. Bajo el sistema de economía planificada, China practicó de manera altamente concentrada y unificada el sistema de empleo, salario y seguro laboral, el cual desempeñó un papel positivo en la coordinación de los esfuerzos por la asignación del empleo, la garantía de la vida de los trabajadores y el fomento de la construcción económica y la estabilidad social. Sin embargo, a medida del desarrollo histórico, el viejo sistema de trabajo y seguridad social se volvió inadecuado a los requisitos de desarrollo económico y social.A partir de 1978, mientras China ha persistido en tomar la construcción económica como eslabón central del trabajo, ha aplicado la política de reforma y apertura al exterior y se ha embarcado gradualmente por el camino de implantar el sistema de economía de mercado socialista, la empresa del trabajo y la seguridad social ha progresado con rapidez. El Gobierno chino ha racionalizado la estructura del empleo, se ha esforzado por aumentar el volumen total del empleo, ha creado un mecanismo de empleo con orientación al mercado y ha mantenido estable en lo básico la situación del empleo; se ha dedicado a mantener armoniosas y estables las relaciones de trabajo, ha reformado el sistema de salarios y distribución de ingresos y ha mejorado paso a paso el sistema de normas de trabajo, de modo que se ha conformado en lo básico un nuevo tipo de relación de trabajo; y ha reformado y perfeccionado el sistema de seguridad social, ha hecho al sistema de seguro social cubrir a la gran mayoría de los trabajadores en servicio y los jubilados y retirados de las zonas urbanas, ha introducido en general el sistema de garantía del mínimo nivel de vida en las ciudades y ha estado impulsando activamente la construcción del sistema de seguridad social en las zonas rurales. Al cabo de largos años de exploración y esfuerzo, se ha implantado en lo preliminar un sistema de trabajo y seguridad social concorde con el sistema de economía de mercado socialista.Conforme al principio de respeto mutuo, igualdad y beneficio recíproco, el Gobierno chino toma parte activa en los asuntos de trabajo internacionales. En el campo del trabajo y la seguridad social, China ha mantenido intercambios y cooperación fructíferos con la Organización Internacional del Trabajo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de Asia y otras muchas instituciones internacionales y países del mundo, con vistas a fomentar el empleo, eliminar la pobreza y salvaguardar los legítimos derechos e intereses de los trabajadores, asumiendo así un papel activo en la comunidad internacional.A la llegada del siglo XXI, China ha comenzado a entrar en la nueva etapa de desarrollo de construir una sociedad de vida modestamente acomodada en todos los sentidos y de acelerar el proceso de la modernización. Promover activamente el empleo, salvaguardar los derechos e intereses de los trabajadores, coordinar la relación de trabajo, aumentar el ingreso de los pobladores y perfeccionar la seguridad social, he ahí los principales objetivos de lucha de China por la empresa del trabajo y la seguridad social en los albores del nuevo siglo.I. La situación del empleo se mantiene estable en generalDebido a una población numerosa, la abundancia de recursos de fuerza de trabajo, la reestructuración económica y otros factores, China afronta una enorme presión de empleo. El Gobierno chino siempre ha considerado el fomento del empleo como una tarea estratégica para el desarrollo económico y social, ha incluido el control de la tasa de desempleo como un objetivo principal en la macrorregulación de la economía nacional, ha racionalizado la estructura del empleo, ha establecido un mecanismo de empleo con orientación al mercado y ha promovido enérgicamente el volumen total del empleo, manteniendo de este modo básicamente estable la situación del empleo. Al cierre del 2001, China tenía una población total de 1,276,270,000 personas (sin incluir las de la Región Administrativa de Hong Kong, la Región Administrativa de Macao y la provincia de Taiwan), 730,250,000 trabajadores en servicio y una tasa de participación de 77.03% de la mano de obra; los trabajadosres en las zonas urbanas representaban el 32.8% del total de empleados y los trabajadores en las zonas rurales representaban el 67.2% del total; y la tasa de desempleados registrados en las zonas urbanas era del 3.6%.Implementar la política de promoción activa del empleoAl persistir en tomar la construcción económica como centro de gravedad e impulsando el incremento del empleo a través del crecimiento económico, el Gobierno chino implementa la política de empleo activa, adopta diversas medidas eficaces y promueve con dinamismo el empleo.Racionalizar la estructura del empleo. Adaptándose al reajuste de la estructura sectorial, se imparte guía al desarrollo de los sectores y las empresas propicios al aumento de oportunidades de empleo. A la par de incrementar la inversión en la construcción básica, ampliar activamente la demanda interna y mantener el rápido desarrollo de la economía nacional, por medio del reajuste de la política industrial se atribuye importancia al desarrollo de las empresas intensivas en trabajo dotadas de ventajas comparativas y de potencial de mercado, en especial las empresas de servicio y las empresas de mediano y pequeño tamaño que pueden dar un mayor número de empleos. Se desarrolla activamente la economía de variadas formas de propiedad tales como la colectiva, la privada y la individual, se practican modalidades de empleo diversas y flexibles, se aumentan los puestos de empleo y se ensanchan los canales de empleo.Establecer un mecanismo de empleo con orientación al mercado. El Gobierno chino aplica el principio de empleo que consiste en que "el trabajador busca empleo por cuenta propia, el mercado regula el empleo y el gobierno promueve el empleo", estimula a los trabajadores a obtener puestos de empleo mediante la competencia leal, apoya a las entidades empleadoras a decidir de manera independiente el número de personas a emplear y su calidad, y recurre a toda clase de medidas con el fin de fomentar la formación del mecanismo de empleo con orientación al mercado. La red de información del mercado de trabajo, que ha comenzado a tener su papel, ha promovido el intercambio de información sobre la oferta y demanda de mano de obra y ayuda a los trabajadores a realizar empleo y reempleo a través del mercado de trabajo. Con el propósito de establecer un mercado de trabajo dotado de un mecanismo sano, una operación reglamentada, un servicio perfecto y una supervisión eficaz, el Gobierno chino ha construido puntos pilotos en 100 ciudades para crear un mercado de trabajo científico, reglamentado y moderno. En años recientes, el Gobierno chino ha procedido a explorar sobre cómo crear un mecanismo de fijación de precios en el mercado de trabajo y poner en juego el papel de regulación básica del mecanismo de mercado en la distribución de recursos de trabajo, la fijación de salarios y el flujo de mano de obra.Elevar la cualidad de los trabajadores. A objeto de elevar la cualidad cultural y la habilidad técnica de los trabajadores, el Gobierno chino ha recurrido a diversos canales para desarrollar activamente la educación de modalidades variadas y poner en práctica el sistema de igual importancia para certificados de estudios académicos y certificados de calificación profesional. Actualmente, la educación obligatoria de nueve años es popular y cubre el 85% de la población nacional y la tasa de analfabetismo ha bajado al 5% en los jóvenes y los adultos, en tanto que el país tiene 1,225 centros de enseñanza superior común con 7,190,000 estudiantes matriculados, 686 centros de enseñanza superior para adultos con 4,560,000 estudiantes matriculados; y 80,400 escuelas de enseñanza secundaria común con 79,190,000 estudiantes matriculados. Además, China desarrolla escuelas de formación profesional superior, escuelas de formación profesional secundaria, escuelas técnicas especializadas de enseñanza secundaria, escuelas de obreros técnicos, centros de capacitación de empleo, organismos de capacitación de empleo no públicos y centros de capacitación de trabajadores de las empresas, en un esfuerzo por conformar un sistema de educación y capacitación profesional y técnica omnidireccional y de múltiples niveles, con el fin de fortalecer la capacitación de la nueva fuerza de trabajo, los trabajadores en servicio, los trabajadores desplazados de sus puestos y los desempleados. Tomando en cuenta a la nueva fuerza de trabajo, entre ellos aquellos graduados de la enseñanza secundaria inferior e superior que no han podido pasar a centros docentes de niveles más altos, se les aplica la capacitación integral de reserva de trabajo por uno a tres años; se reajusta y reorganizan las escuelas de obreros técnicos y los centros de capacitación de empleo y se establecen bases de capacitación integral; se implementa en todos los sentidos el sistema de certificados de calificación profesional, y se ha establecido el sistema de calificación profesional para los trabajadores desde los obreros de categoría inferior hasta los técnicos de categoría superior. En el momento, más del 80% de los nuevos trabajadores en servicio en las zonas urbanas del país han alcanzado el nivel de educación secundaria superior o más alto o han recibido capacitación de habilidad profesional, y cerca de 35 millones de personas han obtenido certificados de calificación profesional pertinente.Desarrollar el sistema de servicio de empleo. Partiendo de los años 1980, China ha instaurado y perfeccionado de continuo el sistema de servicio de empleo, el cual abarca la recomendación de empleo, la capacitación de empleo, el seguro de desempleo y las empresas de servicio de trabajo y empleo. A través de este sistema, se ofrecen servicios de guía, asesoramiento y recomendación a los trabajadores en busca de empleo y a las empresas empleadoras, se imparten la capacitación previa al empleo a los aspirantes principiantes al empleo y la capacitación de cambio de profesión a los desempleados y se proporciona el seguro de desempleo, con miras a dar plazas de empleo a los grupos vulnerables. El gobierno estimula el desarrollo de las entidades de recomendación de empleo no públicas e impulsa la extensión del servicio de empleo a las comunidades, para formar de este modo una red de servicio de empleo de múltiples niveles.Coordinar y atender a la vez el empleo en las zonas tanto urbanas como rurales. El agro chino abunda en mano de obra, pero se aqueja del serio de problema de empleo no pleno. El Gobierno chino presta suma atención al problema de empleo de la fuerza de trabajo rural y, en combinación con la estrategia de construcción de poblados y ciudades pequeñas y la de estrategia de explotación del oeste del país a gran escala, brega por explorar nuevos caminos para el empleo coordinado en las zonas urbanas y rurales, de suerte que se ha formado una política básica en dos aspectos. Primero, estimular a la mano de obra rural a conseguir empleo en sus propias localidades. Se aprovecha plenamente la ventaja de los recursos locales del campo, se reajusta activamente la estructura de la agricultura y de la economía rural, se desarrollan la agricultura rentable y la agricultura intensiva en trabajo, se desarrollan los sectores no agrícolas en el campo, se da guía a la combinación del desarrollo de las empresas de cantón y poblado con la construcción de poblados y ciudades pequeñas, se expande la envergadura de construcción de las obras hidráulicas, el transporte y las comunicaciones, las redes eléctricas y otras instalaciones infraestructurales en las zonas rurales y se desarrollan la educación básica y la capacitación de habilidad profesional en el agro. Segundo, conducir a la fuerza de trabajo rural a moverse a otras regiones en busca de empleo. Como el éxito de la reforma rural ha elevado grandemente la eficiencia de la producción agrícola, el excedente de la fuerza de trabajo rural ha empezado a fluir hacia las zonas urbanas y del interior del oeste del país hacia las zonas costeras del este. Al conducir activamente el flujo transregional racional de la mano de obra rural y potenciando la construcción de las redes de información y el servicio intermediario de empleo, el Gobierno chino despliega la capacitación anterior al envío de salida de la mano de obra rural, organiza el flujo ordenado de la misma, eleva la tasa de empleo de los trabajadores rurales que salen a otros lugares, y ha creado un mecanismo de flujo en doble sentido, para el empleo de la fuerza de trabajo rural emigrante y para su regreso al campo a crear sus propias empresas. En el presente se han establecido 1,000 puntos de supervisión del empleo flotante de la mano de obra rural en 100 distritos y ciudades del país, dedicados a analizar el flujo de esta fuerza de trabajo y su demanda, emitir información oportunamente y orientar el flujo racional de dicha fuerza.Escala de empleo ampliada y estructura optimizadaGracias a los esfuerzos concertados del gobierno y las diversas capas sociales, el volumen total del empleo en China se ha incrementado perceptiblemente. Desde 1978, el número de personas empleadas ha aumentado en 328.73 millones en las zonas urbanas y rurales y en 144.26 millones en las ciudades y los poblados.La estructura del empleo ha experimentado cambios grandes. En el 2000, los sectores primario, secundario y terciario tenían el 50%, el 22.5% y el 27.5% del total de trabajadores empleados, respectivamente. En comparación con el pasado, el porcentaje de empleo generado por el sector primario había descendido notablemente, los correspondientes a los sectores secundario y terciario habían crecido en gran medida y, en particular, el correspondiente al sector terciario había aumentado más rápido que el del sector secundario. La proporción de los empleados de las entidades de propiedad estatal y colectiva había caído del 99.8% en 1978 al 37.3% en el 2001 en el total de empleados urbanos, a la vez que el número de empleados de las empresas privadas, individuales y de inversión foránea se había acrecentado considerablemente. En el campo, el empleo agrícola sigue concentrado en las familias; pero conforme se aplica la estrategia de construcción de poblados y ciudades pequeñas y se desarrolla el sector no agrícola, el empleo en este sector y el traslado de la fuerza de trabajo progresan con celeridad. Hacia finales del 2000, las empresas en los cantones y poblados del país empleaban 128,195,000 personas; de este número, las empresas colectivas empleaban 38.328 millones de personas, las empresas privadas 32.525 millones, y las empresas individuales 57.342 millones. A partir de los años 90 del siglo XX, más de 80 millones de trabajadores rurales se han desplazado a las zonas urbanas y han encontrado empleo allí.Promover el reempleo de los trabajadores desplazados de sus puestos y de los desempleadosJunto con la aceleración de la reestructuración económica, se han tornado cada vez más evidentes las contradicciones largamente acumuladas, incluido el mecanismo de gestión empresarial, y ha aparecido un nutrido número de trabajadores desplazados por la redundancia del personal. En general, los desplazados de las empresas estatales son de mayor edad, tienen cualidades culturales bajas y carecen de una segunda habilidad técnica, por lo cual les resulta difícil encontrar plazas nuevas. Para solucionar el problema de estos trabajadores y de los desempleados, el Gobierno chino ha elaborado una serie de políticas de reempleo y ha tomado muchas medidas, a la par que garantiza su manutención básica.Adoptar medidas de servicio de empleo activas. Generalmente se han creado centros de servicio de reempleo en las empresas estatales que tienen trabajadores desplazados. Una vez que éstos pasan a dichos centros, el organismo de servicio de empleo público del gobierno les proporciona cada seis meses un curso de guía profesional, tres servicios de información de empleo y un curso de capacitación profesional gratuito. En 1998, el gobierno inició la primera fase del programa de capacitación de reempleo dedicado a capacitar a diez millones de desplazados y desempleados en tres años, movilizó la fuerza de capacitación de toda la sociedad y adoptó medidas eficaces tales como la compra de los logros de capacitación, para promover así la incorporación de los desplazados y desempleados a la capacitación de reempleo. En el trienio 1998-2000, en todo el país fueron capacitados más de 13 millones de desplazados y desempleados, y la tasa de reubicación llegó al 60% para quienes habían recibido capacitación por seis meses. En el 2001, el gobierno emprendió la segunda fase del referido programa. Aparte, se ha puesto en marcha ya el programa de "capacitación para la creación de empresas" en 30 ciudades, para beneficiar a aquellos desplazados y desempleados dispuestos a abrir empresas pequeñas. Una vez capacitados, se les ayuda a registrarse en las administraciones de industria y comercio y a obtener préstamos de sumas modestas para que puedan establecer empresas pequeñas susceptibles de dar empleo a otros desplazados y desempleados.Perfeccionar e implementar la política preferencial para el reempleo. Con las medidas como la simplificación del registro en las administraciones de industria comercio, el arreglo de locales, la exención total o parcial de los impuestos y las tarifas y el ofrecimiento de créditos, se ayuda a los desplazados y desempleados a crear entidades económicas de autoauxilio u organizaciones de trabajo, a buscar empleo por cuenta propia o a ser organizados para el empleo. Se toma el empleo en las comunidades residenciales como el rumbo de recolocación principal para los desplazados y desempleados y se desarrollan con dinamismo las empresas pequeñas y las empresas de servicio de trabajo y empleo que tienen una mayor capacidad de absorber la fuerza de trabajo.Desplegar la "acción de ayuda al reempleo". Con la perspectiva de resolver adecuadamente las dificultades reales surgidas después de la salida de los desplazados de los centros de servicio de empleo, el gobierno ha organizado y emprendido la "acción de ayuda al reempleo" y ha tomado diversas medidas de ayuda, para dar servicios oportunos y eficaces a los desplazados salidos de dichos centros, comprendidos la garantía de la manutención básica, la reubicación y el seguro social entre otros.En 1998-2001, en toda China más de 25.5 millones de trabajadores de las empresas estatales fueron desplazados de sus puestos y 16.8 millones de ellos encontraron empleos nuevos.Garantizar el derecho de empleo de la mujerEl empleo de la mujer recibe atención especial en China. La Constitución de la República Popular China, la Ley del Trabajo y la Ley de Garantía de los Derechos e Intereses de las Mujeres contienen estipulaciones especiales en relación a la garantía del derecho de empleo de la mujer. El Estado protege la igualdad del derecho de trabajo de la mujer frente al hombre, practica igual remuneración por trabajo igual entre ambos sexos y garantiza la protección especial de la mujer en los períodos de menstruación, parto y lactancia. El Gobierno chino y los círculos sociales desarrollan activamente la capacitación de habilidad profesional para la mujer, desarrollan y amplían los campos y los sectores apropiados al empleo de la mujer e introducen modalidades de empleo más flexibles, a objeto de proporcionar oportunidades de empleo a las mujeres que tienen necesidades de empleo diferentes.Ayudar a los minusválidos y otros grupos especiales a encontrar empleoEl gobierno dispensa suma importancia al derecho de empleo y trabajo social de los minusválidos. China adopta el principio de combinar el empleo concentrado con el empleo disperso y de estimular a buscar empleo por cuenta propia con el fin de promover el empleo de este grupo. Las empresas de bienestar constituyen una importante forma de empleo concentrado para los minusválidos. Con la política preferencial de exención total o parcial de los impuestos, el gobierno alienta a desarrollar empresas de bienestar para que den empleo a un mayor número de minusválidos. Al propio tiempo, se aplica la política de empleo de minusválidos a razón de cierto porcentaje, es decir, todas las entidades empleadoras deben aceptar a minusválidos según porcentajes establecidos y, en caso de no alcanzar tales índices, la empresa o entidad debe pagar el fondo de garantía en promoción del empleo de esas personas. En el período 1996-2000, los diversos círculos sociales utilizaron las asignaciones del gobierno y el fondo de garantía de empleo de los minusválidos para capacitar y colocar a más de 1,100,000 de ellos, de manera tal que la tasa de empleo de los minusválidos se elevó del 70% al 80.7%. Consciente de la dificultad de empleo que padecen los habitantes pobres y sin trabajo, los desplazados de mayor edad y los desempleados en las zonas urbanas, el gobierno ha implantado el sistema de servicio de empleo y ha financiado y apoyado las organizaciones de empleo con carácter de beneficencia pública en las comunidades y ha desarrollado, entre otros, programas de mantenimiento del entorno limpio, de seguridad comunitaria y de servicios comunitarios para colocar a las personas más difíciles, y también ha desarrollado de manera organizada servicios de empleo gratuitos, todo lo cual ha surtido buenos resultados.

Fuente: Embajada de China en España

viernes, 2 de noviembre de 2007

Video de la OIT

En este video podrás encontrar una campaña de la OIT para tomar conciencia del trabajo infantil en el mundo y erradicarlo.
VER VIDEO
http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/inf/wdacl/spanish.htm

Trabajo infantil

Trabajan entre 14 y 18 horas. Tienen 15 minutos para comer y cuatro horas para dormir en cuchitriles situados en las mismas fábricas. Al anochecer, las trabajadoras son registradas para comprobar que no han robado nada. Con sus puertas de metal y sus barrotes en las ventanas, estos talleres parecen más un cuartel militar. Así es como los chinos son competitivos.

Montar, empaquetar, montar, empaquetar, montar, empaquetar,... Las 600 jóvenes trabajan como robots, sin levantar la mirada, darse un respiro o hablar entre ellas. Todas han llegado del campo tratando de salir de la pobreza y aquí están, montando y empaquetando muñecos de plástico, entre 14 y 18 horas al día, 15 minutos para comer, permisos reducidos para ir al servicio y cuatro horas para soñar que en realidad no están durmiendo en los cuchitriles situados en la última planta de la fábrica. Una ruidosa sirena les devuelve a la realidad y anuncia el nuevo día mucho antes de que amanezca. Las empleadas saltan de la cama, se ponen las batas y forman en línea antes de correr escaleras abajo hacia sus puestos. La gigantesca nave está situada en las afueras de Shenzhen, la ciudad más moderna del sur de China, rodeada de otros almacenes parecidos, más o menos grandes, algunos con más de 5.000 empleadas.

En China se las conoce como dagongmei o chicas trabajadoras. Jóvenes y adolescentes dispuestas a producir, producir y producir sin descanso por un sueldo de 15.000 pesetas al mes del que los jefes descuentan la comida y lo que llaman “gastos de alojamiento”. Las cientos de miles de factorías de mano de obra barata repartidas por todo el país son la otra cara de ese made in China que ha invadido las tiendas de todo el mundo, desde los artículos de las tiendas de Todo a 100 a las lavadoras o la ropa de marca. Y para las dagongmei, estas fábricas son su casa, su familia, su celda.

En ellas los supervisores se encargan de que no descansen y de que la producción nunca disminuya.

Cada trabajadora es registrada al finalizar la jornada para comprobar que no se ha llevado ninguna unidad de los juguetes, llaveros, gorras o cualquier otra cosa que estén fabricando dentro del sinfín de productos elaborados a precio de saldo.

Si quebrantan las reglas internas o no rinden al nivel esperado, un sistema de penalizaciones permite a los jefes reducir el sueldo o los ocho días de vacaciones que se conceden al año. “Hay que vigilarlas; si no, se relajan”, dice entre risas el patrón de una fábrica de Shenzhen que confecciona diminutos juguetes de plástico.

Miles de empresas estadounidenses y europeas -entre ellas medio centenar de españolas-subcontratan fábricas chinas similares a esta para llevar sus productos a Occidente al mejor precio. “Si no fuera así, no sería rentable y nos iríamos a otro país”, reconoce un empresario estadounidense que mantiene cerca de 40 talleres en el delta del río de la Perla, donde trabajan seis millones de dagongmei.

No son ni siquiera la décima parte de las que hay en todo el país, alrededor de 70 millones. Sobrecogida por esta realidad, la profesora del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad de Hong Kong, Pun Ngai, se decidió a pasarse por una campesina más, buscó una factoría y pasó seis meses viviendo y trabajando en una fábrica de productos electrónicos de Shenzhen para comprobar cómo viven las explotadas trabajadoras chinas.

El dormitorio donde fue alojada, situado en la última planta, tenía compartimentos donde debían dormir hacinadas hasta 15 jóvenes. La mayoría de ellas sufría de anemia, dolores menstruales o problemas en la vista, en el caso de las que tenían que montar diminutos productos a ojo sin apenas descanso. Otras enfermaban envenenadas por el contacto con productos químicos utilizados en el trabajo o simplemente desfallecían de cansancio tras interminables jornadas en las que se les daba de comer un simple plato de arroz al día.

“Les niegan todos los derechos, no tienen el permiso de residencia aunque pasen 10 años trabajando en el mismo lugar. Las tiendas o los médicos de las ciudades donde están situadas sus fábricas les cobran más que al resto de los vecinos”, asegura la profesora, que ha reunido su experiencia en varios informes.

Las pesquisas de Pun Ngai no son las únicas. La investigación de un periódico de Hong Kong descubrió en agosto pasado que los juguetes que la multinacional de hamburguesas Mc Donald´s regalaba en sus promociones en el país asiático estaban siendo elaborados en China por adolescentes de entre 12 y 17 años. Las menores trabajaban sin descanso de siete de la mañana a 11 de la noche, todos los días de la semana. En ocasiones la jornada se alargaba hasta las dos de la mañana a cambio de un sueldo de 400 pesetas al día y una habitación de 25 metros cuadrados a compartir con otras 15 chicas.

El Comité Industrial Cristiano de Hong Kong, una ONG que se dedica a rescatar a los pequeños
que trabajan en esas condiciones, envió un equipo de investigadores a la fábrica subcontratada por la cadena de restaurantes americana. Las historias que escucharon se parecían todas a las de Wang Hanhong, de 12 años: “Mis padres no querían que viniera. Lloré e imploré para que me dejaran porque quería ver el mundo. Mi familia tiene otros tres hijos, pero todos van al colegio. Quiero ahorrar dinero para que mis padres puedan sobrevivir”.

Círculo vicioso

Es un círculo casi indestructible. Por una parte, las multinacionales americanas o europeas no tienen que responder por las condiciones de sus fábricas en países del Tercer Mundo y ahorran costos laborales. Por otra, los gobiernos locales tampoco están interesados en espantar la inversión extranjera haciendo demasiadas preguntas.

Y las fábricas se multiplican. La empresa Chun Si Enterprise, por ejemplo, fue contratada por la mayor cadena de supermercados del mundo, Wall-Mart, para que confeccionara bolsos de mujer en su factoría de Zhongshan, en la provincia sureña de Guangdong. Más de 900 trabajadoras permanecían encerradas todo el día, salvo los 60 minutos de descanso y comida establecidos. Los guardias golpeaban constantemente a las empleadas y les multaban por faltas como “la utilización excesiva del servicio”.

De la media docena de fábricas subcontratadas por empresas occidentales visitadas, sólo una mantenía las mínimas condiciones. El resto estaban sucias, mantenían a las empleadas trabajando en horarios ilegales, con sueldos míseros o habían sido convertidas en cárceles donde las ventanas estaban bloqueadas con barrotes y las puertas cerradas con llave las 24 horas del día.

En un intento de contrarrestar las crisis de relaciones públicas que tenían que afrontar cada vez que se denunciaban abusos, las grandes multinacionales comenzaron a contratar equipos de inspección más o menos independientes a mediados de los años 90. No sirvieron de mucho.

“Los controles han sido un fracaso porque las empresas no tienen ninguna intención sincera de cambiar el sistema”, según el Comité de Trabajo Nacional (NLC), una asociación de EE.UU. que centra sus denuncias en empresas americanas. Los inspectores de Wall-Mart, por ejemplo, nunca descubrieron las irregularidades en su centro de producción en China y sólo una denuncia periodística logró en 1999 revelar lo que estaba sucediendo.

Un cuartel militar
En la entrada de la factoría de la marca deportiva Nike de Jiaozhou, en la provincia de Shandong, se puede leer su famoso lema: “Just Do It” (Simple-mente, hazlo). Dentro, 1.500 jóvenes, siempre menores de 25 años, trabajan 12 horas al día, según el NLC. Se trata de una pequeña parte de los más de 100.000 chinos que fabrican prendas deportivas Nike en todo el país, a los que hay que sumar 70.000 personas en Indonesia y 45.000 en Vietnam. “Con su puerta de metal y sus barrotes en las ventanas, la fábrica se parece más a un cuartel militar que a una factoría”, asegura en su informe NLC, que describe como “papel mojado” los códigos de conducta crea-dos por las multinacionales.

Pero son las fábricas de productos Todo a 100, unas gestionadas y explotadas por empresas chinas y otras por empresarios extranjeros, las que peores condiciones tienen. La presión para abaratar los precios es mayor y detrás del negocio suelen estar compañías desconocidas que no tienen que cuidar su nombre. El lema es producir mucho, barato y rápido. Los accidentes entre las trabajadoras o incendios como el que ocurrió recientemente en una nave de Shenzhen en el que perdieron la vida 80 personas, son contingencias cotidianas.

La política de contratación en estos talleres del Todo a 100 es no admitir a mujeres mayores de 25 años, pero en ocasiones los gestores se saltan su propia regla si la candidata tiene hijos pequeños dispuestos a sumarse a la cadena de producción sin cobrar nada a cambio.

Las madres sí cobran, pero el sistema leonino de sanciones tiende a reducir su retribución a unas 5.000 pesetas al mes: se recorta la paga de una hora por cada minuto de retraso en el trabajo, se penaliza con otras cinco horas las ausencias para ir al servicio o se retira completamente la mensualidad a las que se comporten de modo incorrecto.

La situación en China es especialmente desesperante para las víctimas de los abusos porque el gobierno comunista mantiene la ilegalización de sindicatos y asociaciones de trabajadores. “Aquellos que tratan de unirse para defender los derechos de los trabajadores son encarcelados. La gente tiene miedo de decir lo que les está pasando, aunque las condiciones sean extremadamente duras y no hayan recibido una sola paga durante meses”, asegura Han Dongfeng, editor del Boletín del Trabajador en China y disidente encarcelado tras las manifestaciones de Tiananmen en 1989 por movilizar a los trabajadores. “Estoy en contacto con gente que trabaja en las factorías y a menudo me cuentan el miedo que le tienen a los jefes. Les he pedido que se unan y luchen por lo que es suyo”, dice Han.

Hacia la prostitución

De esta forma, las dagongmei, abandonadas a su suerte y sin nadie que las defienda, trabajan hasta que sus cuerpos aguantan y después regresan a sus pueblos con lo puesto. El perfil de la “chicas trabajadoras” de China es casi siempre el mismo: jóvenes de entre 14 y 25 años, sin estudios secundarios y dispuestas a enviar más de la mitad de su sueldo a sus pueblos de origen. Muchas, cada vez más, terminan dejando las factorías para prostituirse. “Es mejor que trabajar en la fábrica”, dicen las muchachas que ya han dado el paso y ofrecen sus cuerpos abiertamente en las calles del centro de Shenzhen.

No muy lejos, en la planta de fabricación de muñecos, la jornada termina cuando se ha cumplido el objetivo de producción impuesto por los supervisores, nunca antes de las dos de la madrugada.

Aunque las 600 trabajadoras han tratado de mantener el tipo durante horas, varias han sido descubiertas exhaustas, completamente inconscientes, con la cabeza reposando sobre la mesa de montaje. Este mes tendrán que ver cómo su sueldo queda recortado a la mitad.

“Hay muchas chicas dispuestas a venir aquí, así que la que no trabaje bien se puede volver al pueblo”, explica el capataz, cuyo sueldo depende también del número de camiones que se logren llenar con la producción. No existe un lugar mejor para ver hasta qué punto el pueblo chino está pagando con sudor y con lágrimas que la ropa, los electrodomésticos o los juguetes que compran los occidentales se vendan lo más barato posible. Así suena la matraca incesante de la ley del made in China: montar, empaquetar, montar, empaquetar.

Mc Trabajo

Por su parte, McDonald´s expresó su indignación ante la inclusión en un diccionario del término “McJob” o “McTrabajo” que es explicado como pocas y malas perspectivas laborales. El gigante de la comida rápida ha reaccionado ante la publicación en la reciente edición del diccionario colegiado, Merriam-Webster´s, del término “McJob” definido como un trabajo mal pagado y sin futuro.

El presidente del directorio de McDonald´s, Jim Cantalupo, tildó el término como una “descripción errada del empleo en un restaurante”. En declaraciones a la agencia Associated Press, Cantalupo describió el incidente como un golpe bajo para las 12 millones de personas que trabajan diariamente en los 900.000 restaurantes de Estados Unidos.

En una carta dirigida a los directores del diccionario colegiado, Cantalupo dijo que “no más de 1.000 personas, entre los hombres y mujeres, que son dueños y operarios en los restaurantes de McDonald´s, iniciaron el día sirviendo a los clientes detrás del mostrador”.

La carta fue enviada a los medios y también figuró en la última edición de una publicación de la industria del comercio. McDonald´s, la cadena de comida rápida más grande del mundo, tiene más de 30.000 restaurantes y casi 500.000 empleados.

El término “McJob” fue acuñado por el novelista estadounidense Douglas Coupland en su novela “Generación X”, publicada en 1991 donde describe esta palabra como “un trabajo poco prestigioso, de poca dignidad, poco beneficio y sin futuro en el sector de servicios”.


Noticias Gremiales
26 de abril de 2004

Fuente: http://www.rel-uita.org/internacional/trabajo_esclavo.htm

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